EL FUMADOR PASIVO

El humo ambiental es el humo que llena los restaurantes, oficinas y espacios cerrados cuando se quema tabaco tanto en cigarrillos, puros o pipas, todos estamos expuestos a los efectos nocivos de dicho humo.

En las directrices para la aplicación del artículo 8 del Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco, se afirma, que, no existe un nivel inocuo de exposición al humo del tabaco.

Crear ambientes totalmente libres de humo de tabaco es la única manera de proteger a las personas de los efectos nocivos del humo del tabaquismo pasivo.

El tabaquismo pasivo causa 600.000 muertes prematuras por año, en el humo del tabaco hay más de 4000 sustancias químicas, de las cuales se sabe que al menos 250 son nocivas y más de 50 son cancerígenas.

En los adultos el tabaquismo pasivo causa graves enfermedades cardiovasculares y respiratorias, por ejemplo cardiopatía coronaria y cáncer de pulmón, en los lactantes puede provocar la muerte súbita, y en las mujeres embarazadas puede ser causa de insuficiencia ponderal del recién nacido.

Las zonas de fumadores separadas o ventiladas, no protegen a los no fumadores contra la inhalación del humo ajeno.

El humo ambiental puede propagarse de una zona de fumadores a otra que no lo es, incluso si las puertas están cerradas o existen dispositivos de ventilación, solo un ambiente libre de humo constituye una protección efectiva.

Cerca del 40% de los niños están regularmente expuestos al humo ajeno en el hogar, el 31% de las muertes atribuibles al tabaquismo pasivo corresponden a niños.

 Los jóvenes expuestos al humo ajeno en el hogar tienen entre una y dos veces más probabilidades de comenzar a fumar, que los no expuestos.

El 10% de los costos económicos relacionados con el consumo del tabaco se atribuyen al tabaquismo pasivo, el consumo de tabaco impone unos costes económicos directos a la sociedad, como los asociados con el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el tabaco, así como costes indirectos, por ejemplo los asociados a la disminución de la productividad o la perdida de salarios por causa de muerte o enfermedad.

Más del 94% de las personas no están protegidas por las leyes sobre entornos sin tabaco, ahora bien, en 2008 el número de personas protegidas contra el tabaquismo pasivo por estas leyes aumentó en 74%, pasando  de 208 millones en 2007 a 362 millones en ese año, de las 100 ciudades más pobladas, 22 son entornos sin tabaco.

A través del paquete de medidas de lucha conocida como MPOWER, la OMS ayuda a los países a aplicar las disposiciones del Convenio Marco de la OMS para el control del tabaco a fin de proteger a las personas contra el tabaquismo pasivo.


Datos recogidos directamente de la OMS.